lunes, 14 de marzo de 2011

-ñ-


-No corre por ti esa razón -respondió Leonela-, porque el amor, según he oido decir, unas veces vuela y otras anda; con éste corre, y con aquél va despacio; a unos entibia, y a otros abrasa; a unos hiere, y a otros mata; en un mesmo punto comienza la carrera de sus deseos, y en aquel mesmo punto la acaba y concluye; por la mañana suele poner el cerco a una fortaleza,y a la noche la tiene rendida, porque no hay fuerza que le resista.
Porque el amor no tiene otro mejor ministro para ejecutar lo que desea que es la ocasión: de la ocasión se sirven todos sus hechos, principalmente en los principios.
Todo esto sé yo muy bien, más de experiencia que de oídas, que yo también soy de carne y de sangre moza.

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