domingo, 27 de noviembre de 2011

Alegoría de la línea.

Las relaciones, al igual que casi todo en la vida, es una línea en la que cada persona es un imán situada a un lado de esta línea, cuando las dos personas son de un mismo signo, la línea se queda completamente recta, nada cambia, nada sube, nada baja, nada es felicidad, nada es tristeza... Cuando uno es negativo y el otro es positivo, la línea no hace más que subir, bajar, bajar, subir, subir... Tener sentimientos en una relación, y ponerlos en ella, es lo que provoca cambios, bruscos cambios que hacen que se te rompa el corazón de pena, o que te estalle de alegría, que cambie la línea entre la persona que quieres y tu.
¿Es malo tener momentos de broncas? ¿Es malo tener momentos de máxima felicidad?
A lo mejor te conformas tan solo con tener una vida de "-¿Hey, qué tal te va con tu novio? +Pues normal, como siempre, normal, sin cambios.."  Si supieses la VIDA que da tener problemas con alguien que quieres, saber hablarlos y solucionarlos, tener cabezonería, opiniones, chocar... y no ser el típico de "bueno, no pasa nada, te perdono". Así nunca vas a conocer a nadie, y mucho menos vas a saber quererle, ni lo que es el amor.
Por otro lado, cuando la curva sube, estés desde lo más abajo o desde lo más arriba de la línea, es una subida, y esto hace que todo lo demás merezca la pena y la haya merecido, joder, ¿Por qué conformarse con estar ni bien ni mal? ¿Por qué conformarse con tener una relación con alguien porque  tu amigo le preguntó al otro que si querías lío con el? Me pregunto para qué sirve decir "tequieros" sin más, simplemente porque es lo que está escrito, como sois novios, os queréis, se supone...
Muchas veces no hace falta ni decirlos, esas cosas se saben, con una mirada, con un gesto, con un beso, con un abrazo... el amor no es un tequiero escrito en una conversación del tuenti enviado a otra persona... ni es una línea plana sin cambios, ni una relación sin sentimientos de por medio. El amor es algo mucho más fuerte que todo eso.