martes, 31 de mayo de 2011

4 llamadas perdidas.

No encuentro otra explicación a lo que me pasa: que un mensaje suyo me alegre la tarde, que verla cinco minutos me alegre el día, que algo tan tonto y absurdo como abrir el móvil y ver 4 llamadas perdidas suyas me haga sentirme el hombre más feliz del mundo y que saber que me quiere, me alegre la vida.
Y mira que a mi nunca me habían tocado la fibra sensible estas cosas, pero es que no se me ocurre otra cosa que culpar al amor, así que no tendré más remedio que admitir que estoy colado por ella...: ¡La quiero!